La audición es un sentido que va perdiendo su agudeza conforme pasan los años. Es lo que se conoce como presbiacusia. Afecta a todo el mundo y no se puede hacer nada por evitarlo. Sin embargo, la pérdida de audición por el paso del tiempo no es la única causa de la pérdida auditiva. Uno de los motivos más frecuentes de la pérdida precoz de la audición es la exposición al ruido. En ocasiones, esta exposición se produce en el entorno laboral.Esta semana, que se celebra el Día mundial de la Seguridad y la Salud en el Trabajo, queremos dedicar este artículo a explicarte cómo puedes proteger la audición en el trabajo.
Cuando el Trabajo afecta a la Audición
La función de los oídos consiste en percibir las ondas acústicas y transformarlas en señales eléctricas que puedan ser identificadas por el cerebro. Es la manera en la que se lleva a cabo la audición.
Pero el oído es un órgano muy delicado y el ruido puede afectar a la salud auditiva provocando, en función de la cantidad de ruido y del tiempo de exposición al mismo, el desarrollo de problemas auditivos o incluso, la pérdida de audición precoz.
Algunos puestos de trabajo pueden poner en peligro la salud auditiva. Son aquellos en los que los trabajadores están expuestos a demasiados decibelios durante su jornada laboral.
Por encima de los 80 decibelios los oídos comienzan a sufrir. Hay que prestar atención a las señales. Si los oídos duelen como consecuencia de la exposición al ruido o si, tras la jornada laboral, el trabajador escucha ruidos o pitidos en los oídos sin procedencia externa, es preciso evitar una nueva exposición a la misma fuente de sonido o utilizar protección auditiva.
No sólo los trabajadores de grandes industrias, sino los carpinteros, albañiles, leñadores, basureros, jardineros y todos aquellos que trabajan con máquinas que provocan ruido (también los peluqueros o dentistas), están expuestos cada día a demasiados decibelios.
La pérdida de audición inducida por ruido puede ser repentina o manifestarse después de un tiempo. El exceso de ruido es considerado un riesgo laboral y las empresas deben facilitar a los trabajadores las protecciones necesarias para conservar la salud auditiva.
Cómo Proteger la Audición
La mejor manera de proteger la salud auditiva es evitando los lugares en los que hay un exceso de ruido. Sin embargo, es algo que muchos trabajadores no pueden hacer.
En estos casos, es imprescindible proteger los oídos para minimizar la entrada de decibelios a su interior. De esta manera, el trabajador puede seguir escuchando lo que sucede a su alrededor (algo que puede ser necesario para su seguridad) mientras sus oídos permanecen protegidos.
Los protectores auditivos son equipos de protección individual (EPI) y deben usarse en los puestos de trabajo en los que se sobrepasan los 85 decibelios.
Según el lugar o el tipo de trabajo, se pueden utilizar cascos de protección auditiva (orejeras) o tapones. Es importante buscar tapones que se adapten a cada conducto auditivo de manera perfecta. De esta manera se consigue una mayor protección y seguridad.
La elaboración del tapón es sencilla y se hace tomando un molde del conducto auditivo.
Recuerda que proteger la audición es la manera de mantener la salud auditiva durante más tiempo. Protege tus oídos y, ante cualquier cambio en la audición, acude a revisar tus oídos.